Entrega del Premio Príncipe de Asturias de los Deporte.

Iker  recibió junto con el futbolista del Barcelona, y compañero de la selección española Xavi, el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes en una ceremonia que tuvo lugar en el Teatro Campoamor de Oviedo. "Son un ejemplo para los jóvenes por su actitud conciliadora, que es un valor añadido fundamental a sus éxitos deportivos. Premiamos la grandeza de espíritu y la personal, que son valores que redundan en beneficio de los deportes. Precisamente por ello es destacable comprobar que esa rivalidad se puede dar compartiendo una profunda amistad porque ahí radica su grandeza y su ejemplo: en su elevado nivel de humanidad. Ellos representan también a todos los que en el mundo del deporte cultivan los valores humanos y administran con prudencia el éxito y la fama", expresó el príncipe Felipe en su discurso.

Iker Casillas y Xavi Hernández, que son los primeros futbolistas a título individual que logran este galardón, suceden en el palmarés de este premio al atleta Haile Gebrselassie. La candidatura conjunta de ambos futbolistas fue promovida por Joseph Blatter, presidente de la FIFA, y se impuso en la votación final a la del Comité Paralímpico Internacional. El jugador madridista, que estuvo acompañado por Fernando Fernández Tapias, vicepresidente primero del club, y Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales, ya recogió el premio en 2010, al formar parte de la selección española. 

En su discurso, el príncipe Felipe agradeció la actitud conciliadora de ambos: "Simbolizan, en palabras del jurado, la amistad y el compañerismo más allá de la máxima rivalidad de sus respectivos equipos. Son un modelo para los jóvenes por su deportividad y su buen juego, sin duda. Pero también por su actitud conciliadora y por esa amistad de años que ha sido destacada con motivo de este premio como un valor añadido fundamental para la concesión de este premio".
Por último, alabó la ejemplaridad y el comportamiento deportivo de los dos futbolistas:"Premiamos a Iker y Xavi por la grandeza de espíritu, la excelencia personal, además de la profesional. Todos estos valores redundan en beneficio del deporte. Sabemos que a las competiciones deportivas son inherentes la rivalidad, la ambición, los deseos de ganar al contrincante, de conseguir más medallas, más trofeos, más triunfos que los demás… Pero, precisamente por ello, es tan destacable comprobar cómo toda esa rivalidad y lucha deportiva se puede dar compartiendo una profunda amistad. Porque la amistad es afecto, sinceridad, comprensión, ayuda y colaboración. Ahí radica la grandeza y el ejemplo de Iker y Xavi, en su elevado nivel de humanidad y en la altura de sus sentimientos, que hoy reconocemos".